Croquetas de pollo, cebolla y harina de garbanzos

Una receta que ha pasado de generación en generación en mi casa ha sido a la de las croquetas de pollo, cebolla morada y harina de garbanzos. Cada vez que las hago o las como, me transportan a cuando yo era una niña y ayudaba a mi abuela a elaborarlas y me encantaba pringarme de la masa de estas croquetas. Ahora, yo las elaboro con mis niños y a ellos les encantan como a mí.
Lo primero que vamos hacer será desmenuzar el pollo. Reservaremos.
A continuación cortaremos la cebolla en trozos muy pequeños y los rehogaremos en un poco de aceite de oliva a fuego lento, añadiendo un poco de sal.
Cuando al cebolla esté blandita, añadiremos el pollo y lo seguiremos rehogando durante unos minutos.
Añadiremos también la harina y removeremos por unos minutos.
A continuación, verteremos la leche y seguiremos removiendo hasta que ligue la masa y quede espesa.
Tenemos que rectificar de sal si es preciso.
Cuando la masa esté espesa, la retiraremos de la sartén y la dejaremos en un plato llano hasta que se enfríe.
Cuando la masa esté fría, comenzaremos a formar las croquetas, no muy grandes. Primero los pasaremos por la clara batida y después los freiremos en aceite bien caliente.
Al sacarlas, las vamos a dejar sobre papel absorbente o de cocina para que suelten el exceso de aceite.
Recomiendo servir las croquetas de pollo, cebolla morada y harina de garbanzos calientes aunque frías también están muy ricas.

CONSEJOS:
-Para formar las croquetas, nos será más fácil si nos untamos las manos con un poco de aceite.
-Podemos añadir un poco de pimienta negra molida.
-El ajoaceite es un buen acompañamiento.