El jengibre es un ingrediente que aún no hemos introducido mucho en nuestras cocinas, aunque poco a poco va ganando terreno. A mí me encanta ese toque picante y especiado que da a los platos, como en esta crema fría de calabaza con jengibre, perfecta para los días de calor de verano. Es muy rica y refrescante.
En una cazuela u olla exprés se pone el aceite junto con toda la verdura troceada y se rehoga durante unos minutos. Se sazona y se hecha un poco de pimienta negra molida, al gusto de cada cocinero, y se añade el jengibre y la nuez moscada rallada. Se vierte el caldo o agua justo para que cuezan las verduras sin perder demasiado sabor.
Cuando hayan pasado unos 8 o10 minutos y ya se haya cocido todo, pasamos la batidora y nos quedará una mezcla espesa. Se agrega en ese momento la leche (cantidad a gusto, según se prefiera más o menos espesa la crema).
Servimos la crema fría de calabaza con jengibre bien fresquita y adornada con unas nueces picaditas.
Trucos o consejos:
Después de triturada, si se quiere, se puede pasar por el pasapurés para que la crema quede aún más fina. También esta crema puede servirse caliente en otoño e invierno.
Si quieres restar calorías a la crema fría de calabaza con jengibre, puedes usar leche desnatada.