Crema de Espinacas a mi manera

Esta crema de espinacas es, más bien, un pastel riquísimo, de los que ves y no te esperas lo que lleva dentro. A mí, personalmente, las espinacas me encantan, pero la verdad que esta receta gusta mucho en general, ya que no son solo espinacas como tal. Además, es muy práctico para servir como plato único.
Ponemos agua en una cazuela a calentar y cocemos las espinacas con un poco de sal. Cuando estén blandas, sin llegar a deshacerse, las dejamos escurriendo bien.
Mientras tanto, preparamos una sartén con un poco de aceite de oliva en el fuego y ponemos a dorar el ajo y el jamón en taquitos. Una vez cojan colar, echamos las espinacas y las rehogamos bien para que cojan el sabor.
Listo esto, hacemos la bechamel. Para ello, ponemos una sartén en el fuego y echamos una cucharada de aceite y la harina. Lo removemos bien para que no se pegue la harina (fuego muy bajo), y echamos la leche y el agua poco a poco sin parar de remover hasta obtener una salsa cremosa y no muy espesa. Echamos la nuez moscada y la pimienta blanca al final y volvemos a remover.
Preparamos una fuente de horno (puede ser de aluminio) y echamos el rehogado de espinacas cubierto por la bechamel y el queso rallado por encima. Lo metemos a hornear durante 25 minutos aproximadamente con el horno a 160º.