Este riquísimo plato de costillas de cerdo adobadas con almejas debería ser anfitrión un domingo en familia, no un lunes en el trabajo. Merece la pena comerlo recién hecho y con un producto de calidad. Si de verdad quieres hacer algo que sorprenda, esta receta no te va a fallar, créeme.
Ponemos una sartén en el fuego con aceite de oliva. Un vez esté caliente, echamos las costillas troceadas y las salpimentamos a nuestros. Deben dorarse a nuestro gusto, sin pasarse que luego van a estar más tiempo en el fuego. Una vez están listan, las sacamos de la sartén a un plato aparte y las reservamos para más tarde.
Antes de nada, ponemos las almejas a remojo mientras vamos preparando lo demás.
En la misma sartén, poniendo un poco más de aceite, echamos los ajos y las cebolletas, bien picaditos, y los sofreímos. Cuando veamos que están pochaditos, añadimos las costillas de nuevo, el vino, la sal y la pimienta, siempre a nuestro gusto. Lo removemos bien para que los sabores se mezclen y lo dejamos cocer hasta que las costillas estén tiernas. Quedará una salsita espesa, entonces echamos las almejas y dejamos cocer todo junto unos minutos más hasta que éstas se abran.
Una vez están listas nuestras costillas de cerdo con almejas, espolvoreamos un poco de perejil fresco y listo.