La carne de conejo es económica y equilibrada… rica en proteínas y baja en grasa. Esta receta va un paso más allá del clásico escabeche gracias al sabor de la mostaza.
Paso 1:
Pela y pica la cebolla y el ajo. Lava el pimiento y córtalo en dados. Por último, pela la zanahoria y corta en rodajitas.
Paso 2:
Si no tienes el conejo ya preparado y troceado, córtalo en trozos medianos. Acerca una olla con un chorro de aceite y cuando esté caliente, dora los trozos de conejo, si son muchos trozos como para hacerlos de una vez, hazlo en varias tandas.
Paso 3:
Una vez dorado, saca el conejo y resérvalo. Pero no retires la olla del fuego, porque en ese mismo aceite, añade las verduras (cebolla, ajo, pimiento y zanahoria) junto con el laurel y algunos granos enteros de pimienta negra. Si no fuera suficiente aceite, puedes añadir un chorrito más. Rehoga todo junto durante 10 minutos hasta que esté todo cocido y la cebolla transparente.
Paso 4:
Añade el tomate frito y sube el fuego. Da un par de vueltas y añade el vino blanco. Deja cocer un poco hasta que se haya evaporado la mayor parte.
Paso 5:
Añade el caldo de pollo, la mostaza, el vinagre y deja cocer a fuego medio hasta que se haya reducido a la mitad removiendo de vez en cuando. Cuando el caldo se haya reducido, estará listo.
Presentación:
Sirve tu conejo bien calentito y adornado con perejil picado espolvoreado por encima. Y recuerda que este es un plato ideal para guardar de un día para otro… ¡estará aún más sabroso!