La compota de membrillo y puerro es una buena opción para probar con un queso suave en una tosta calentita, con un poquito de pan (si es casero mejor que mejor) o en hojaldre o tartas dulces ¡Te sorprenderá su exquisito sabor!
Paso 1:
Lo primero que tienes que hacer es lavar el membrillo con agua manteniendo la piel que es la que le aportará a tu comporta un aroma intenso.
Paso 2:
Trocea el membrillo en trozos medianos y limpia también el puerro y pícalo finito. Pon en un cazo el membrillo troceado con el zumo del limón recién exprimido, el agua, el puerro picado, el azúcar, la sal y la pimienta.
Paso 3:
Cocina la mezcla a fuego medio alto hasta que empiece a hervir, entonces baja el fuego y cocina hasta que el membrillo esté tierno (comprueba cada 5 minutos). Despacito y buena letra.
Paso 4:
Tritura la mezcla con la batidora para que se integren bien todos los sabores. Si te gusta que esta compota de membrillo y puerro quede una textura con algunos grumitos y tropezones de membrillo, también puedes hacerlo así, sin dejar la mezcla tan lisa.
Paso 5:
Después devuelve la mezcla al cazo y al fuego (temperatura media o baja) y deja que la compota se vaya cocinando despacito: el objetivo es que coja una consistencia densa y homogénea. Pon la compota en un tarro de cristal de cierre hermético y deja que temple antes de cerrarlo. Después conserva en la nevera.
Presentación:
Esta compota es una buena opción para probar con un queso suave en una tosta o en postres dulces. Sirve en un pequeño bol y te servirá para acompañar muchas más cosas de lo que imaginas: desde croquetas, a bocadillos originales.
Truco:
Si no vas a consumir esta compota de manzana y puerro en unos días puedes prepararla en conserva.
Sugerencia:
En tu despensa el azúcar es imprescindible, así lo mejor es optes por una de calidad y confianza como es el azúcar DIA, perfecta para tus postres. También en DIA tienes azúcar integral natural de alta calidad.
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