Churros y chocolate a la taza

Cuando era pequeña, una de las cosas que más me gustaban era cuando mis abuelos me recogían del colegio los viernes e iba a su casa a merendar, ya que siempre nos preparaba unos estupendos churros y chocolate a la taza. Me encantaban, sobre todo los churros para los que tenía una receta propia y que es la que ahora os voy a enseñar. Esta es una merienda o desayuno estupendo, aunque solo nos lo podamos permitir de vez en cuando. Me encanta.

Para la preparación del chocolate a la taza lo que hacemos es que en una olla ponemos a calentar la leche a fuego medio, le incorporamos el chocolate en trozos, removemos hasta que esté bien incorporado con la leche y lo reservamos tapado y nos disponemos a hacer los churros.

Los churros los preparamos poniendo una olla a calentar con el agua y le añadimos la sal.
Cuando veamos que empiece a hervir, le añadimos la harina de golpe, lo removemos rápidamente y apagamos el fuego aunque en ningún momento dejamos de remover hasta que toda la harina está bien impregnada de agua y se haya formado una bola.
Lo dejamos reposar mientras que se calienta el aceite hasta que está a punto de humear, rellenamos la churrera o una manga pastelera y echamos los churros al aceite que serán de unos 10 centímetros más o menos de largos. Los freímos hasta que estén bien dorados y cuando los saquemos del aceite los dejamos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite. Seguimos hasta que estén todos fritos y espolvoreamos por encima un poco de azúcar.
Cuando estén todos, servimos el chocolate en una taza y los churros.