Me encanta inventarme recetas de tostas con un montón de ingredientes que jamás pensaría meter, creo que van muy bien para un aperitivo, que siempre puedes mezclar dulce y salado. Espero que los canapés de queso y pera con mermelada os gusten, tanto a la vista como al paladar, y os sirva como idea para poner en de aperitivo a vuestros invitados.
Pelamos la pera, le quitamos el corazón y la cortamos en rodajas muy finas, casi láminas, para que no se vean prácticamente al juntarse con el queso y sorprenda más el sabor. Ponemos una sartén a calentar con un poquito de aceite (una gotita) y pasamos las láminas de pera hasta que se doren un poquito.
Por otro lado, mezclamos el queso cremoso con un poco de nata líquida, lo justo y necesario (si lo queremos hacer más light, no incluir nata), y lo reservamos.
Por último, tostamos las rebanadas de pan (el pan que más os guste, ya sea de molde o de barra) hasta el punto que os gusten, en el horno o el en tostador.
Para montar los canapés, untamos el queso con la nata en el pan y le ponemos unas láminas de pera, arriba o debajo del queso. Ponemos mermelada de arándanos por encima y el tipo de semilla que más nos guste a modo de decoración. Al no distinguirse la pera, es un canapé de los que sorprenden.