Caldo de pollo

Receta de: Sopas y cremas
Plato: Plato caliente
Cocina: Ligera, Tradicional
Caldo de pollo
Fácil
50 >
0-150
Caldo de pollo
Valoración media
Anterior receta Siguiente receta
Ingredientes
  • Cebolla (1 pequeña)
  • Zanahoria (1 pequeña)
  • Apio (1 rama)
  • Puerro (1 pequeño)
  • Agua (2200 ml)
  • Pollo (carcasas troceadas, 2)
  • Cebolla (1)
  • Zanahoria (1)
  • Apio (2 ramas)
  • Puerro (1)
  • Agua (4500 ml)
  • Pollo (carcasas troceadas, 4 )
  • Cebolla (2)
  • Zanahoria (2)
  • Apio (3 ramas)
  • Puerro (2)
  • Agua (9 litros)
  • Pollo (carcasas troceadas, 6)
Elaboración

No hay nada como un buen caldo casero, ni nada más recurrente ni reconfirtante. Si eres de los que lo compra ya preparado, anímate un día a cocinar uno casero para aprovechar algunos restos de verduras que te vayan quedando. En este receta, te anotamos las medidas para conseguir una cantidad grande con un objetivo: ¡que tengas un delicioso caldo (o fondo blando) para incorporar a muchas otras elaboraciones!

Paso 1:

Pela la cebolla y la zanahoria y límpialas bien con agua junto al resto de las verduras. Pon en una olla grande el agua con las carcasas de pollo y ponlo a hervir a fuego fuerte. Estate atento a la superficie del agua porque irán saliendo algunas impurezas e irá subiendo la grasa: retíralo ayudándote de una cuchara.

Paso 2:

Cuando empiece a hervir, baja la potencia del fuego a la mitad y agrega las verduras cortadas en trozos grandes. Sigue limpiando la superficie cada 10 o 15 minutos y que cueza durante 1 hora. Cuando lo tengas, pásalo por un colador fino para eliminar impurezas y déjalo enfriar.

Presentación:

Si vas a tomar un poquito de caldo para entrar en calor, sírvelo en una taza. ¡Es lo que más apetece en un día frío de invierno!

Truco:

Si te ha sobrado mucho, puedes congelarlo y tener siempre a mano un buen caldo hecho por ti. Una apetecible sopa con fideos y picatostes, un risotto o, literalmente, mil posibilidades más. Para conservarlo en la nevera, lo mejor es esperar a que se enfríe un poco antes de guardarlo. Es buena idea hacerlo en tarros de cristal que conservan mejor sus propiedades y será más cómodo.

Caldo, ¡en expansión!

Quizás lo hayas oído alguna vez. En los caldos, se dice que se cocina por “expansión”. Esto quiere decir que al cocer los alimentos en agua abundante, se consiguen sacar los sabores y los nutrientes de los alimentos que usas, traspasándolos a un líquido. Para que el resultado sea el mejor te recomendamos que apliques tiempos lagos, con poco calor y tomando el agua fría como punto de partida.

 

En Demos la vuelta al día: Cómo hacer el caldo de pollo perfecto