Bizcocho de miel

Desde pequeñas mi madre siempre nos daba abundante miel, porque decía que era un edulcorante natural mejor que el azúcar además de prevenirnos del catarro. Su sabor es una constante en mi vida, por eso cuando me dieron a probar esta tarta de miel me encantó, tanto que inmediatamente pedí la receta para poder hacerla yo en casa. Con ese mismo propósito, os la paso ahora para que vosotros también la podáis disfrutar.

Batimos la margarina hasta blanquearla, a la que después le añadimos el azúcar y lo seguimos batiendo durante unos 2 a 3 minutos más. Incorporamos luego una a una las yemas y batimos unos minutos más hasta conseguir una mezcla suave.
Hecho esto agregamos la vainilla. Mezclamos la taza de miel con una de las dos tazas de agua para diluirla, lo retiramos y colocamos esta mezcla en un cuenco grande.
Comenzamos ahora agregando alternadamente las mismas cantidades iguales de harina, luego mezclamos. Añadimos el agua y mezclamos. Después añadimos el agua de miel y mezclamos. Así hasta las 5 tazas de harina.
En último lugar mezclamos las claras a punto de nieve y se incorporan a la mezcla anterior sin dejar grumos y con una espátula de forma envolvente para conseguir que la masa no baje de volumen y nos quede una tarta esponjosa.
Untamos un molde con mantequilla y luego le espolvoreamos un poco de harina, cubriendo la base y los laterales del molde, para que así luego nuestra tarta de miel no se pegue, vertemos la masa y la llevamos al horno a una temperatura de 180º por 60 minutos o hasta que al introducir un palillo y sacarlo este salga limpio..
Cuando este cocida, se saca del horno y la desmoldamos, dejándola templar o enfriar antes de comer. Prueba a untar un poco de queso crema encima, ¡esta delicioso!