Si me dan a escoger entre la mandarina y la naranja, siempre me quedo con la mandarina. Me gusta más ese toque de acidez que tiene. Por eso en lugar del típico de naranja, me gusta hacer esta tarta de mandarina que es realmente fácil. En lugar de mantequilla lleva aceite, lo que la hace diferente también. Esta tarta es dulce y refrescante a la vez.
Primero obtenemos el zumo de las 2 mandarinas exprimiéndolas con un exprimidor.
Por otro lado colocamos en un bol los huevos, luego el aceite y el azúcar. Lo batimos con una batidora hasta que sea una mezcla homogénea. Luego echamos la harina y el zumo de mandarina exprimida. Batimos mucho para asegurarnos de que no queda ningún grumo en la masa.
Ahora cogemos un molde que vamos a untar de mantequilla o aceite y luego vamos a espolvorear un poco de harina, sacudiendo el exceso. Volcaremos en el molde toda la mezcla. Antes de meter al horno ponemos unos gajos de mandarina por encima.
Poner en el horno a 170 º y dejaremos que se haga durante unos 30 minutos. Sacamos y dejamos templar antes de desmoldar.
Para decorar esta tarta de mandarina pon encima unos gajos de mandarina. Quedara espectacular como su sabor.