También llamado Bacalahau à Bràs o dourado… dorado, por el color amarillo brillante que adquiere el plato una vez cocinado. El nombre de ‘a Bras’ hace honor a un señorito del barrio alto de Lisboa que gustaba de este tradicional y delicioso plato. Teorías para una realidad: el bacalao es el pescado más popular de Portugal y está delicioso de muchas maneras, y ésta, es un manjar.
Paso 1:
En primer lugar desmiga el bacalao y reserva. Pela las patatas y córtalas muy finas, tipo paja. Lava varias veces las patatas cortadas con agua clara para conseguir quitarle todo el almidón posible y conseguir así que no se te oscurezcan demasiado cuando las frías.
Paso 2:
Acerca el aceite en una sartén al fuego, y cuando esté bien caliente, añade las patatas paja hasta que se doren.
Paso 3:
Pica la cebolla en trocitos pequeños y haz lo mismo con el ajo. Póchalos en una olla o cacerola hasta que la cebolla quede transparente y el ajo doradito. Añade entonces el caldo y cuando hierva será el momento de incorporar el bacalao desmigado, los huevos y las patatas paja (eso sí, resérvate un puñadito de patatas paja que utilizarás al final como decoración) hasta que cuaje el huevo.
Presentación:
Pon un molde sobre un plato bonito y pon el bacalao dentro. Desmolda y sirve tu bacalao templado, acompañado a un lado por las patatas paja que habías reservado. También puedes adornar tu plato con una ramita de perejil.
Consejo:
Sirve de inmediato, para que el calor y la humedad del plato no ablanden demasiado las patatas fritas. Y es muy importante que utilices caldo de ave y no de pescado, para no enmascarar ni confundir el verdadero sabor del protagonista de este plato: el bacalao.