Arroz blanco de cocido

Cuando hacemos cocido muchas veces nos sobra caldo que guardamos y no sabemos qué hacer con él. Hoy te voy a mostrar que yo lo utilizo para hacer un fantástico arroz blanco de cocido con piel de limón que está delicioso. El caldo añade al arroz muchísima sustancia, mientras que el limón le da un toque cítrico, difícil de comparar con otros arroces que hayas probada. Sírvelo como plato único o de acompañamiento mejorando cualquiera de tus platos.
Comenzamos cortando la piel del limón sin la parte blanca porque amarga, de unos 3 centímetros de largo por medio de ancho. Calcula que unos 3 ó 4 trozos por cada comensal.
En una cazuela, pones unas 6 cucharadas del aceite de oliva que una vez caliente, le pones los trozos de la piel del limón con un toque de sal. Le das unas vueltas y antes de que se queme, las sacas de la cazuela.
Sofríes a fuego medio unos 4 puñados de arroz, le das unas vueltas y enseguida añades el caldo de cocido. Calcula que para una medida de arroz tienes que poner dos de caldo.
Lo dejas 5 minutos a fuego fuerte y luego al fuego mínimo y tapada la cazuela. Cuando lleves 15 minutos, destapas y ves el caldo que queda, si ves que le puede faltar, añades un poquito de caldo y vuelves a tapar y a los 20 minutos exactos apagar y dejar reposar 5 minutos más. Te debe de quedar seco, sin caldo. Puedes dejar que se queme un poco en el centro de la cazuela creando un poco de socarrat.
Cuando lo vayas a comer si quieres puedes poner por encima a modo de decoración las pieles del limón.

Consejos y trucos:
La piel del limón se sofríe y se retira.
El arroz seco es cuidar la cantidad de caldo, pero con la medida de doble más uno, te saldrá perfecto si vigilas el fuego, dejando sólo 4-5 minutos a fuego alto, y el resto hasta los 20 minutos a fuego mínimo-mínimo y tapada la cazuela.
Cuando ya has puesto el caldo, pruébalo de sal, ya que tendría que añadirle algo si estuviese soso ya que debe de estar algo saladito.