Una receta ideal para enganchar a las alcachofas hasta al más negado a las verduras.
PREPARACIÓN
Limpiar y pelar las alcachofas. Mientras las limpiamos bañarlas con el zumo de 1/2 limón para que no se pongan negras .
Cocerlas con el 1/2 limón restante en abundante agua una vez cocidas las dejamos escurriendo y enfriar.
Hacer una bechamel añadiendo la mantequilla, rehogando la cebolla bien picadita en ella y una vez rehogada, añadimos la harina. La cual también rehogaremos un poco sin que se queme.
Una vez hecho esto, vamos añadiendo la leche poco a poco junto a la sal, e iremos integrando bien sin hacer grumos todos los ingredientes. Haciendo una pasta cremosa, ni muy espesa ni muy liquida. Por ultimo, añadimos el queso rallado y listo.
Colocamos las alcachofas en un plato que nos guste y añadimos sobre la copa de la alcachofa un poco de bechamel y decoramos con una flor de queso suizo.
Veréis lo sorprendente de esta mezcla de sabores, os aseguro que hasta los niños que no les guste la verdura la probaran y triunfareis.