Un plato, que puede ser dulce o salado, y que de ambas manera está muy muy rico, son las filloas. Este plato es muy típico en las regiones de Asturias, León o Galicia. Para los que no sepan que son, os diré que en forma son muy parecidas a los crepes. Están elaboradas a base de harina y agua, caldo o sangre, sí sangre no os asustéis, si son saladas, y azúcar, huevos o miel si son dulces. Yo os voy a contar como elaborar unas filloas de miel, una versión dulce de esta increíble receta.
En primer lugar, cogeremos un bol y con unas varillas y batiremos bien los huevos. Entonces, una vez bien batidos, añadiremos la leche, la ralladura de limón, el pelín de sal, el azúcar y la canela. Después y cuando todos los ingredientes estén bien mezclados, vamos añadiendo la harina poco a poco. A continuación tenemos que ir mezclando enérgicamente para que quede sin grumos. Una vez hayamos conseguido una mezcla homogénea, dejaremos reposar la mezcla durante 1 hora.
Luego y pasado el tiempo, vamos a ponemos una sartén para crepes, si tenemos o una de tamaño parecido, y la pondremos al fuego, pincharemos la mantequilla con un tenedor y la vamos pasándolo por la sartén y con un cucharón vamos echando masa. Seguidamente, iremos cociendo las filloas por un lado y dándole la vuelta con una cuchara de madera; por el otro, vamos sacándolas y poniéndolas sobre papel de cocina, y seguimos así hasta terminar con la masa.
Finalmente y con la masa toda convertida en filloas, las doblaremos y las pondremos en una fuente donde verteremos por encima el sirope de miel y ¡listas!
¡Deliciosas!
