Verduras al horno

Las verduras al horno están muy ricas y son muy sanas para el organismo. Es importante tomar verdura a menudo, por eso a mí me gusta hacerlas de forma que me agraden y parezca que estoy comiendo otra cosa.

Primero, ponemos a precalentar el horno a 200ºC para agilizar el proceso.
A continuación, ir cortando la berenjena y el calabacín en rodajas, previamente lavados, y el tomate en rodajas también. Lo ideal es que las tres verduras tuvieran el mismo diámetro para que así la composición quedase más armoniosa a la hora de presentar el plato.
Colocar las verduras troceadas en una bandeja o una fuente de horno, y meterla a hornear a una altura media. Antes de cerrar el horno, echar la mezcla de zumo de un limón con un poco de agua por encima de las verduras, ya que eso evitará que no se quemen mucho. Echar también un poco de sal y de pimienta molida por encima y hornearlas a una temperatura de entre 180ºC y 200ºC durante 15 ó 20 minutos nada más.
Cuando estén, se colocan de forma alterna en el plato, solapándose unas con las otras y se riegan con un poco de aceite de oliva.

Estas verduras al horno son perfectas tanto como para comer solas como de guarnición.