¿Cuando tienes un antojo de ‘picoteo’ arrasas con todo lo que hay en la nevera? Pues te damos la solución para que cuando te ‘pique el gusanillo’ optes por un aperitivo sanísimo, que también puede ser una cena sencilla y rica para todos. También para los peques que, aunque sean de los que quitan los guisantes en la paella, este puré les encantará. Es una oportunidad para que aprendan a comer verdura y pescado.
Paso 1:
En un cazo pon el caldo de pollo a calentar y cuece en él los guisantes congelados. No pasa nada si el caldo no los cubre del todo, el único objetivo es que se descongelen. Cuando estén tiernos tritúralos con un poquito de sal y el aceite de oliva. Te quedará una pasta grumosa que tendrás que dejar enfriar. Puedes darle la textura que más te guste pero lo ideal es que sea consistente.
Paso 2:
Lava el tomate y córtalo en rodajes finas, de menos de un centímetro de grosor.
Paso 3:
Cuando la mezcla de guisantes ya esté fría pica algunas hojas de las hierbas aromáticas que más te gusten. Te aconsejamos que sea menta o albahaca fresca. Y añádelas, removiendo un poco para que se integren
Paso 4:
Ahora solo tendrás que montar la tostada en unos segundos: unta el pan tostado con la pasta de guisantes, coloca el tomate encima y una loncha de salmón ahumado. El toque ‘gourmet’ se lo puedes dar con unas gotitas de aceite de sésamo y un poquito de sésamo blanco tostado.
Presentación:
Si tienes invitados, pon las tostas sobre un plato bonito y un poco de lechuga fresca que servirá para dar color y vistosidad a tu plato. Si lo que tienes, es ganas de ‘matar el gusanillo’ no tendrás ni que presentarlas. ¡A comer directamente!
Sugerencia:
Puedes comprar el pan que más te guste (o incluso mirar alguna de nuestra recetas de pan casero) y tostarlo en la tostadora o al horno. Si quieres una opción más cómoda compra el pan tostado DÍA – el que hemos usado en esta receta – y ¡lo tendrás todo hecho!