Tortilla española

Creo que, a pesar de todas las cosas que he aprendido a cocinar con mi madre, la tortilla española sigue siendo mi preferida. Me encanta hacerla y comerla, me parece comodísima. Vale que ensucias un poco la cocina, pero limpiarla no cuesta nada y el paladar lo agradece.
Lo primero de todo es pelar y cortar las patatas en láminas muy finitas y la cebolla bien picadita.
Poner una sartén en el fuego con abundante aceite de oliva y, cuando éste esté bien caliente, freír las rodajas de patata sin dejar que lleguen a estar fritas del todo, simplemente blandas y cocidas. Entonces, retirarlas y reservarlas en una fuente con papel absorbente.
En la misma sartén de las patatas freír la cebolla hasta que quede en su punto, sin dorarse.
En un bol, la mezclar las patatas, la cebolla y los huevos, y salpimentar la mezcla al gusto. Poner de nuevo la sartén en el fuego con un poco de aceite y cuajar la tortilla al método tradicional, jugándotela al darle la vuelta con el plato para que se dore por los dos lados.