Esta tortilla de espinacas la hice cuando estuve de erasmus para que mis compañeros de piso probaran algo que fuera español. Es una receta típica de mi zona y me pareció una buena ocasión para hacerlo. Quedaron encantados, tanto que la francesa cenaba cada dos por tres esta receta. Te la recomiendo absolutamente si estás fuera de tu país y quieres sentirte un poco más cerca de casa.
Se limpian las espinacas en abundante agua y se hierven añadiendo un poco de sal a la cacerola. Se dejan 5 minutos a partir de que empiezan a hervir y se escurren muy bien para que no quede agua innecesaria. Se desmenuzan con los dedos y se reservan.
Se baten los huevos y se salpimientan al gusto. Se prepara una sartén con aceite en el fuego y, cuando esté listo, se echan las espinacas cocidas y los piñones, y se les da una vuelta un par de minutos. Se añade el huevo batido y se mezcla bien con las espinacas. Lo rectificamos de sal y lo dejamos cuajar como si fuese una tortilla de patatas, por un lado y por otro dándole la vuelta con un plato.
La tortilla de espinacas se puede servir caliente o fría, pero si se reserva para el día siguiente, siempre en la nevera y se le da un punto de microondas antes de comerla.