Hay tantas formas de elaborar las torrijas, que casi podríamos alcanzar el verano comiendo una receta diferente. Además de las recetas más tradicionales, cada año hay divertidas variedades: con dulce de leche, con horchata, con coco, con miel, con café, con licor, con mermelada... Hoy nos vamos a quedar con una de las recetas más tradicionales: las torrijas de vino... eso sí, hemos cambiado el tradicional vino tinto por un vino Pedro Ximenez para obtener un resultado extra dulce y acaramelado.
Paso 1:
Lo primero será infusionar la leche. Para ello, pon en un cazo la leche junto con la canela, partida en varios trozos. Una vez que la leche haya hervido apártala del fuego, añade el azúcar y remueve bien hasta que se disuelva por completo. Deja que se enfríe y retira la canela.
Paso 2:
Cuando la leche ya esté fría incorpora el vino tinto, el vino oloroso y mezcla bien. Si quieres quitarle un poco el alcohol reduce los dos vinos en un cazo a fuego medio durante unos minutos. De esta forma se quedarán los sabores y aromas del vino mientras que el alcohol se evapora... esto queda a tu elección. Si los niños van a tomar estas torrijas, será preferible que optes por la reducción.
Paso 3:
Bate los huevos y corta la barra de pan en rebanadas de 3 centímetros de grosor más o menos, mejor que sea del día anterior para que este más firme y no se desmorone al empaparla con la mezcla de leche y vino.
Paso 4:
Llego el momento de pasar el pan por la mezcla de leche y vino. Deja que las rebanadas se empapen bien pero sin llegar ponerse demasiado blandas.
Paso 5:
Pasa el pan por el huevo y fríelo en abundante aceite de girasol caliente. Usa este aceite de semilla para que no proporcione excesivo sabor durante la fritura. Eso sí, ten cuidado con la temperatura del fuego ya que tiende a calentarse con más rapidez... y el aceite de girasol es más inestable que el de oliva, y no conviene que se queme.
Paso 6:
Una vez fritas tus torrijas de vino escúrrelas sobre papel de cocina, así quitaras el exceso de aceite de la fritura, y termina espolvoreando un poco de azúcar y canela en polvo por encima de las torrijas de vino.
Presentación:
Sirve tus torrijas de vino con azúcar y canela molida por encima. La temperatura ideal para comer las torrijas es del tiempo, o tibias... pero no frías del frigorífico, porque se apelmazarían un poco.
Sugerencia:
Elabora estas deliciosas torrrijas de vino con la leche semidesnatada marca DIA que aportará todo el sabor de la leche, pero sin añadir grasa de más. Para la fritura, opta por el aceite de girasol marca DIA, suave y ligero.
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