Torrijas de los conventos

Las torrijas conventuales son un dulce muy típico que se come en toda España en la Semana Santa. Es un postre muy tradicional que se come en esas fechas y que está elaborada a base de pan, leche, azúcar y canela aunque cada vez más, existen muchas formas de elaborarlas como es con chocolate, mil, vino, miel, etc. También es verdad que la mayoría de la gente las prepara como antes he dicho, en función del sitio o tradición familiar, se elaboran de otras maneras. Lo que si está claro es que sean como sean, ¡están muy ricas! Yo os voy a contar como las hacen las monjas del convento de clausura que hay en mi pueblo. No he probado torrijas como las de estas monjitas.
Lo primero que vamos hacer será calentar la leche junto con los 100 gramos de azúcar, el palo o rama de canela y la corteza de limón. La leche la calentaremos en el fuego. Cuando esté caliente, tenemos que echarle la miel y dar vueltas para remover bien. Reservaremos.
A continuación vamos a cortar el pan en rebanadas e iremos poniendo en una fuente y le iremos echando poco a poco la mezcla de la leche y miel
Dejaremos reposar un par de horas y le daremos vueltas al pan de vez en cuando con mucho cuidado.
Pasado el tiempo, batiremos los huevos en un bol y pasaremos las rebanadas de pan por él.
Freiremos nuestras torrijas conventuales en aceite por los dos lados cuando el aceite esté caliente. Cuando estén doradas por ambos lados, las tenemos que sacar y ponerlas sobre papel absorbente.
Por último, vamos a echarles por encima una mezcla de azúcar y canela.
¡Ya están listas estas ricas torrijas conventuales!

CONSEJOS:
-Se pueden tomar calientes o frías.