Torrijas con leche

En Semana Santa... si hay algo que no puede faltar en la mesa... son las torrijas. De leche, vino o almíbar; mojadas o secas; con azúcar, miel o canela; con pan de barra, brioche o de molde; clásicas o innovadoras... ¡todas son apetecibles!. En este caso nos quedamos con las tradicionales torrijas con leche, servidas húmedas... sí, para que una vez terminada la torrija aún puedas llevarte a la boca una o dos cucharadas de la deliciosa y aromática leche.

Paso 1:

Acerca un cazo al fuego con la leche. Lava el limón y corta un trozo de su cáscara, con cuidado de quedarte solo con la parte amarilla y desechar la blanca, que aportaría un sabor amargo. Añade también la rama de canela partida en dos trozos.

Paso 2:

Mantén al fuego suave durante 5 minutos. No es necesario que llegue a hervir, tan solo se trata de que se caliente para que la leche se infusione, es decir, adquiera los aromas de la canela y el limón. Pasado ese tiempo, aparta del fuego y pasa la leche a un bol o fuente amplios. Deja que se temple.

Paso 3:

Corta el pan en rebanadas de entre 2 y 3 centímetros de grosos... si lo haces en oblicuo... quedarán rebanadas más alargadas y bonitas... aunque es un poco más complicado de hacer. 

Paso 4:

Mete el pan en la leche, que ya estará casi fría, con cuidado y déjalo ahí durante 5 o 7 minutos, hasta que se empape bien. También puedes poner las rebanadas de pan bien extendidas sobre una fuente, e ir echando la leche por encima... así te aseguras que ninguna de las rebanadas se rompe.

Paso 5:

Mientras tanto, ve preparando tu estación de fritura... es decir, por un lado pon un plato con harina y coloca al lado otro con el huevo bien batido.

Paso 6:

Al mismo tiempo, acerca una sartén con abundante aceite al fuego para que se vaya calentando.

Paso 7:

Coge una rebanada de pan de la leche, escúrrela ligeramente con las manos, presionándola un poco con la mano. Pásala por harina dándoles unos golpecitos al final para retirar el exceso de harina e inmediatamente después pásala por el huevo batido. De ahí, pásala a la sartén... en la que el aceite ya estará caliente.

Paso 8:

Ve repitiendo la operación con el resto de torrijas con leche y friéndolas todas un minuto por cada lado o hasta que estén bien doraditas.

Paso 9:

A medida que vayan estando tus estas torrijas con leche, ve retirándolas a un papel absorbente para quitar el exceso de aceite.

Paso 10:

Añade a la leche infusionada la canela molida y la leche condensada. Mueve bien hasta que la mezcla esté bien integrada... e introduce las torrijas. Mete en la nevera porque estas torrijas con leche estarán riquísimas bien fresquitas.

 Presentación:

Sirve una o dos torrijas con leche por comensal en un bonito plato de presentación... pero que tenga suficiente fondo, para que puedas poner una cantidad de leche... ¡deliciosas!.

Sugerencia:

No dudes en emplear la leche entera  y la leche condensada marca DIA, aportarán todo el sabor que requieren estas deliciosas y tradicionales torrijas con leche. ¡Te harán viajar hasta los sabores de la infancia!.

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