Tarta tatin de mango

Siendo la tarta tatin una receta francesa, y los mangos unas frutas tropicales, nos damos cuenta enseguida que esta receta de tarta tatin de mango muy tradicional y típica no es, pero es que en eso reside su encanto. La mezcla de tradición con algo exótico. Es una tarta deliciosa con la que estoy seguro sorprenderéis, para bien, a más de uno.

Antes de ponernos a hacer la receta, preparamos todos los ingredientes, midiendo cantidades, y ponemos a calentar el horno a una temperatura de 180º, para que así, en el momento de llevar la tarta al horno, este ya este caliente.

Empezamos por hacer la masa. Para ello vamos a colocar en un cuenco todos los ingredientes secos. Añadimos después la margarina y el huevo. Mezclamos bien usando un tenedor hasta lograr una especie de arenado.
Hecho esto añadimos agua fría poco a poco mientras se mezcla todo hasta unir en forma de masa. Formamos con las manos un bollo, el cual aplanaremos y cubriremos con papel film, para llevarlo a reposar mientras se hace el relleno al refrigerador.

Hacemos el relleno pelando los mangos. Cortamos el mango en medias lunas, para que nos resulte fácil saltearlas. En el molde que se usará para la tarta ponemos a fundir la margarina a fuego medio.
Rallamos mientras el jengibre y lo salteamos en la margarina durante unos segundos. Agregamos las rodajas de mango y le damos vueltas por unos cuatro minutos. Añadimos ahora el azúcar y la canela, salteándolo todo hasta que se funda el azúcar. Bajamos del fuego y reservar.

Para montar la tarta sacamos la masa del refrigerador y la extendemos con un rodillo en una superficie lisa y espolvoreada de harina hasta que quede de más o menos medio centímetro de espesor.
Cortamos un círculo de un diámetro que permita cubrir el molde donde está el mango, con unos 2 cm sobrantes para introducirlos por la parte interna de la orilla.
Con la masa cubrimos el relleno de mango y lo llevamos al horno a 180º Celsius hasta que la masa se dore un poco. Lo sacamos del horno, y esperamos a que se temple un poco pero sin enfriar.
Le damos la vuelta a la tarta tatin de mango colocando un plato más grande que el molde y teniendo cuidado con el sirope caliente que se ha formado, no sea que nos quememos.