Pocos postres hay más lácteos que la tarta de queso pero, ¿significa eso que los intolerantes a la lactosa deben privarse de ella? Pues ya no: gracias a los adelantos de la industria alimentaria, ahora se puede disfrutar de leche y todos sus derivados sin peligro ni incomodidades para nadie. Elabora esta riquísima tarta de queso sin lactosa y disfrútala para desayunar sin ningún tipo de apuro.
Paso 1:
Precalienta el horno a 160°C para que esté listo a la hora de recibir el molde lleno de masa de la tarta de queso sin lactosa.
Paso 2:
Engrasa el molde con mantequilla o aceite y espolvoréalo con harina para que resulte fácil desmoldar la tarta una vez esté terminada.
Paso 3:
Vierte la cantidad de nata sin lactosa indicada en la receta en un recipiente ancho y empieza a montarlas con ayuda de unas varillas eléctricas. Cuando empiece a coger textura, para: sólo hace falta que esté semimontada.
Paso 4:
Añade el queso cremoso sin lactosa junto con el azúcar y vuelve a batir hasta que se integren perfectamente.
Paso 5:
Casca los huevos en una superficie diferente al sitio en que los vayas a verter. Separa las claras de las yemas. Puedes usar un utensilio específico o puedes hacerlo con las manos, dejando caer el huevo entre los dedos entreabiertos. La clara se filtrará hasta caer en el recipiente que tengas preparado debajo y la yema se quedará sostenida en la mano.
Paso 6:
Agrega las yemas de huevo junto a la ralladura de limón a la mezcla de queso, nata y azúcar. Remueve bien con una espátula de silicona para que se forme una crema uniforme.
Paso 7:
Tamiza la harina junto a la levadura y agrégala poco a poco hasta integrarla.
Paso 8:
Monta las claras de huevo a punto de nieve ayudándote de las varillas eléctricas de nuevo. Cuando las tengas, incorpóralas a la masa muy cuidadosamente, haciendo movimientos envolventes con la espátula hasta que quede uniforme.
Paso 9:
Vierte la masa en el molde, coloca éste en una bandeja de horno y hornéala durante una hora. A partir de ese momento, comprueba su estado moviendo el molde. Si la tarta de queso sin lactosa no se bambolea, sácala del horno y déjala enfriar a temperatura ambiente antes de meterla en la nevera durane 4 horas como mínimo.
Presentación:
Sirve tu tarta de queso sin lactosa fría y decorada con nata sin lactosa semimontada, sirope de fresa y frutos rojos. El dulce de la tarta y el ácido de los frutos del bosque ofrecen el contraste de sabores perfecto.
Sugerencia:
Encuentra la cobertura perfecta para tu tarta de queso sin lactosa con el sirope de fresa DIA, dulce y afrutado.