Tarta de fresas y frambuesas

Las tartas de frutas son deliciosas, frescas, ligeras y nutritivas. Además, sobre la misma base, puedes hacer variaciones cambiando la fruta elegida, según tus gustos o la temporada. Hoy os presentamos una de las más bonitas y que más gustará a toda la familia: una riquísima y atractiva tarta de fresas y frambuesas.

Paso 1:

Lo primero que tienes que hacer es la masa quebrada. Para ello haz un volcán con la harina tamizada, es decir, pasada por un colador de trama fina o tamiz. Añade en el centro, el huevo batido, el azúcar, la sal y la mantequilla en pomada. Esta expresión, ‘en pomada’, se refiere a la mantequilla cuando está a temperatura ambiente, blanda. Es el punto óptimo para trabajar con ella. Mezcla sin amasar hasta formar una masa homogénea. Envuelve en papel film y deja reposar en la nevera durante, al menos, una hora. 

Paso 2:

Pasado ese tiempo, engrasa el molde con el que vayas a trabajar con mantequilla para que no se pegue durante el horneado la masa quebrada, base de su tarta de fresas y frambuesas. Ahora encamisa el molde con la masa... es decir, ajusta la masa bien al fondo y recorta con la ayuda de un cuchillo el sobrante de masa que supere los laterales del molde. Para este tipo de tartas, lo ideal es que trabajes con esos moldes redondos, pero que tienen las paredes bajitas, de entre 2 y 3 centímetros y que son onduladas, para facilitar el desmoldado.

Paso 3:

Pincha el fondo con un tenedor y cubre con garbanzos secos (evitarán que la masa suba) y con papel sulfurizado. Mete en el horno, ya caliente, a 180° y hornea durante 10 minutos. Saca del horno, retira con cuidado de no quemarte el papel de horno y los garbanzos (que se ponen para que hagan de peso y la masa no suba ni se abombe) y vuelve a hornear la masa otros 15 minutos.

Paso 4:

Pasado ese tiempo, saca la masa quebrada ya horneada y retira con cuidado de no quemarte los garbanzos secos. Estos garbanzos se ponen para que hagan de peso y la masa no suba ni se abombe. Deja que la masa se enfríe.

Paso 5:

Mientras tanto, prepara la crema para el relleno de tu tarta de fresas y frambuesas. Para ello, separa las claras de las yemas y pasa las yemas a un bol amplio. Para hacer esta tarta de fresas y frambuesas no vas a utilizar las claras... pero, ¡no las deseches!, guárdalas para otra elaboración y, si quieres, como vas a utilizar el horno, puedes aprovechar su calor para hacer unos merenguitos.

Paso 6:

Añade el azúcar y el azúcar de vainilla al bol con la yema y bate enérgicamente hasta que la mezcla  se vuelva blanca. Incorpora la harina tamizada... un paso muy importante en repostería, sólo así se consiguen postres más ligeros y esponjosos. Vuelve a mezclar bien.

Paso 7:

Acerca un cazo con la leche al fuego y retírala en el momento en el que alcance la ebullición.

Paso 8:

Pasa la mezcla de huevo, harina y azúcar a una olla o cacerola y ve incorporando la leche caliente poco a poco. Al mismo tiempo ve removiendo. Pon esta cacerola a fuego medio y llévala a ebullición. Déjala cocer 2 o 3 minutos y apártala del fuego.

Paso 9:

Pasa tu crema pastelera a un bol y deja templar. Cuando ya no esté tan caliente, incorpora la mantequilla en pomada, es decir, blandita, y partida en trocitos. Remueve un poco hasta que se derrita y quede bien integrada e incorporada. Tapa el bol con plástico film para que no se forme una capa dura sobre la crema y reserva en la nevera.

Paso 10:

Lava las fresas y retira los rabos. Llena la base de la tarta con la crema pastelera y añade las frutas... las frambuesas ponlas enteras y las fresas, según su tamaño, puedes ponerlas enteras, en mitades o pequeños trozos. Reserva en la nevera.

Presentación:

¡Un minuto antes de presentar tu tarta de fresas y frambuesas espolvoréala con azúcar glas. Una tarta deliciosa!

Sugerencia:

Hay una pareja que no puede faltar en tu alacena cuando quieras preparar cualquier postre: la harina y la mantequilla sin sal marca DIA... ¡prueba y verás que buenos resultados dan en repostería!.

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