Tarta con compota de manzana y mermelada

No hay postre o dulce más simple que una tarta de compota de manzana y mermelada, y tampoco más delicioso. A mí me gusta hacerla y tenerla siempre lista, tanto para que mi familia disfrute de ella a cualquier hora del día, o para agasajar a las amigas cuando vienen a tomar café a casa. El bizcocho es estupendo, y las manzanas le dan ese toque frutal que para mí es indispensable en cualquier dulce.

Primero vamos a poner la mitad del azúcar en el vaso de la thermomix y la pulverizamos durante unos 15 segundos a velocidad 10. Mientras vamos a pelar las manzanas y reservamos una para decorar. Al resto de manzanas las cortamos y las quitamos las semillas.
Echamos los trozos de manzana en el vaso de la thermomix junto al azúcar y al que añadimos la mantequilla. Programamos 25 minutos en varoma velocidad 1. Añadimos los huevos, el azúcar restante y programamos unos segundos más a velocidad 3.
Ahora pasamos a añadir la leche, la harina y la levadura. Lo mezclamos todo durante 1 minuto a velocidad 3. Sacamos la masa del vaso y echamos en un molde al que previamente hemos untado de mantequilla y espolvoreado de harina.
Decoramos la superficie de la tarta con unas rodajas muy finas de la manzana que hemos reservado antes.
Como toque final y antes de meter al horno, espolvoreamos por encima un poco de azúcar y canela, y metemos en el horno que hemos precalentado a una temperatura de 180º. En el momento de meter el molde, bajamos la temperatura a 165º y dejamos la tarta hasta que esté dorada. Para comprobar que está bien hecha metemos un palillo de madera y si sale limpio, es que ya está hecha.
La sacamos del horno entonces y cuando esta tibia le ponemos a la tarta con compota de manzana la mermelada que queramos por encima.

Yo suelo usar mermelada de albaricoque porque creo que es la que mejor le va al aportarle ese toque de acidez que tienen los albaricoques, pero como sobre gustos no hay nada escrito, puedes echar la que a ti más te guste.