Sopa fría de ajo

Llega el verano y lo único que nos apetece es tomar cosas fresquitas que palien un poco ese calor que pasamos. A cualquier hora una bebida fresquita, pero a la hora de las comidas lo mejor es una ensalada o una estupenda sopa o crema fría. La que os propongo es una sopa fría de ajo, la cual es una receta muy sencilla, al igual que sus ingredientes, pero cuyo sabor es delicado e increíble.

El primer paso que hay que dar para preparar la sopa fría de ajo, es poner a remojar el pan en agua fría. Cuando el pan este bien empapado en el agua, retiramos lo que se pueda de corteza y lo escurrimos.
Machacamos ahora el pan junto con el ajo, el aceite y el vinagre hasta que quede una crema fina y homogénea. Lo mejor es ir probando la crema para ir ajustándola de vinagre y aceite.
Lo llevamos a enfriar bien en la nevera antes de tomar, por lo menos durante unas 6 horas, para que a la hora de llevarlo a la mesa esté bien fría.
Puedes acompañarla desde con un huevo duro, a un poco de perejil, lo que más te apetezca. Lo que si te digo es que siempre, lo hagas como lo hagas, eches un chorrito de aceite de oliva sobre la superficie de esta deliciosa sopa fría de ajo.