Sopa de pollo con garbanzos

La sopa de pollo con garbanzos es una delicia que nunca había probado hasta una comida en casa de una amiga que hace estas cosas tradicionales. La verdad es que no hay nada mejor que una sopa para entrar bien en calor los días de frío en invierno, y si encima está tan buena como ésta, mejor que mejor. Anímate y pruébala, ya verás cómo repites.

Ponemos una olla grande en el fuego con un litro y medio de agua. Echamos el los muslos de pollo enteros, las hierbas aromáticas, los dientes de ajo, los trozos de zanahoria, los trozos de apio y la cebolla cortada en cuartos. Lo tapamos y lo dejamos que se caliente.
Cuando empiece a hervir el agua, quitamos la espuma que se forma arriba y lo volvemos a tapar pero no del todo, para que salga el vapor. Lo dejamos a fuego lento durante una horita.
Escurrimos los garbanzos y los echamos en la sopa una vez ha pasado la hora de cocción. Subimos el fuego y los dejamos unos 5 o 10 minutos haciéndose. Pasado este tiempo, apagamos el fuego, sacamos el pollo, las verduras, el ajo y el perejil, y lo dejamos preparado para trocearlo.
Ya picadito, lo echamos de nuevo a la sopa y, después, echamos el pollo en tiras. Lo probamos de sal y, si está perfecto, lo emplatamos poniendo una buena ración en cada plato.
Una sopa de pollo con garbanzos deliciosa, de esas que te recuerdan los sabores tradicionales en cada cucharada.