Sopa de espárragos con aceite de vainilla

Las sopas forman parte de mi recetario habitual. Me encanta comerlas muy a menudo en invierno, en verano menos porque tan calentitas no apetecen y frías no me gustan. En casi todas mis cenas hay presente una sopa caliente y reconfortante que viene estupendamente después de un día duro de trabajo, y por las mañanas al trabajo siempre llevo un termo lleno de sopita caliente. Mi preferida es la sopa de espárragos con aceite de vainilla, que viene fenomenal para comer también verduras.
En primer lugar vamos a pelar los espárragos, a cortar las puntas y seleccionaremos la parte más tierna de los tallos.
Después en un cazo con agua hirviendo y sal, escaldaremos las puntas de espárragos durante tres minutos. A continuación dejaremos enfriar con agua fría. Reservaremos.
En el mismo cazo tenemos que hervir los tallos tiernos. Los vamos a refrescar para que no pierdan color.
Pasaremos los tallos por la licuadora o batidora. Rectificaremos de sal y pimienta. Reservaremos.
Después vamos a poner en un recipiente cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen y la vaina de vainilla triturada en el mortero (dejarlo macerar durante unas horas).
Seguidamente vamos a montar 50 ml. de nata con ayuda de la batidora de varillas.
Para la presentación de nuestra sopa de espárragos con aceite de vainilla os doy alguna idea. Por ejemplo, podemos poner las puntas de los espárragos en el plato de forma decorativa.
Calentaremos la sopa de espárragos sin que hierva y verteremos en el plato.
Podremos en el plato la mitad de la nata, dándole forma de montaña, con ayuda de dos cucharas y pondremos por encima un chorrito de aceite de oliva a la vainilla.
¡Lista la sopa de espárragos con aceite de vainilla!

CONSEJOS:
-La sopa la he hecho en la batidora, añadiendo un poco de agua de la cocción de los espárragos una vez fría.