Sopa de calabaza
La calabaza es una de las verdura más ricas y fantásticas que hay, no solo por su maravilloso sabor dulce o su color naranja, sino porque es de lo más versátil a la hora de cocinar. Se puede usar tanto en postres, como haciendo el conocido cabello de ángel, o en platos salados como esta estupenda sopa de calabaza. A mí me encanta, tanto que la suelo hacer bastante a menudo, tanto a la hora de comer como en las cenas.
Se pone a hervir en primer lugar la calabaza troceado en una olla con agua salada, y en cuanto se vea que esta blanda, se retira del fuego y se le quita la cáscara para después aplastarlo bien y formar con la pulpa un puré. No desechar el agua de la cocción porque al final la se va a usar.
Hecho esto en un recipiente se pone la mantequilla y se lleva al fuego suave y se añade la harina sin dejar de revolver. Se sofríe durante unos instantes para que la harina pierda se sabor a crudo y se incorpora el puré de calabaza. Se deja cocinar un momento, siempre sin dejar de revolver, y se añade la leche y el agua de cocción, hasta encontrar el punto deseado en la textura, dejando que se termine de cocinar a fuego suave durante otros 20 minutos. Tras este tiempo nuestra sopa de calabaza ya estará lista para servir y comer.
¡Buen provecho!
Trucos y consejos:
Podéis servir la sopa de calabaza con trocitos de queso fresco y pan tostado.
En lugar de poner mantequilla, podéis usar manteca de cerdo, margarina o aceite de oliva.
Podéis poner fécula de maíz en lugar de harina.
