Prepara un soberbio almuerzo con este solomillo con salsa de setas y alcaparras. Guarnecido con queso parmesano y hojas frescas, esta receta es una auténtica fiesta de sabores, texturas y matices. La protagonista absoluta e indiscutible de este plato es la carne: adquiere un buen solomillo de ternera y nada podrá salir mal.
Paso 1:
Procura sacar la carne de la nevera un rato antes de cocinarla para que cuando llegue el momento de pasarla por la plancha se encuentre a temperatura ambiente.
Paso 2:
Si tus setas son en conserva, escúrrelas antes de usarlas. Pica tres cuartas partes de las setas lo más finamente posible y conserva el jugo que puedan soltar.
Paso 3:
Echa la mantequilla en una sartén acompañada de un chorrito de aceite para que no se queme y ponla al fuego. Cuando se derrita, añade las setas (tanto las picadas como las enteras) con sus jugos y saltea hasta que estén tiernas. Retira entonces las enteras de la sartén y resérvalas.
Paso 4:
Agrega la harina y remueve con unas varillas de silicona; se formará una pasta espesa. Deja que cueza hasta que adquiera un tono dorado intenso y un delicioso aroma tostado. Comienza entonces a incorporar el caldo de carne en un hilo constante y sin parar de remover. Si quieres asegurarte de que tu bechamel no tenga grumos, echa el caldo de carne previamente calentado y no dejes de remover en ningún momento.
Paso 5:
Cuando los ingredientes de la salsa de setas se encuentren perfectamente integrados, deja cocer a fuego bajo y removiendo de vez en cuando hasta que adquiera la consistencia que más te guste. Salpimienta, retírala del fuego y resérvala.
Paso 6:
Saca las alcaparras de la salmuera en la que se conservan, enjuágalas con agua fría y déjalas escurrir sobre papel de cocina para que se sequen un poco.
Paso 7:
Pon a fuego alto una sartén, plancha o parrilla de fondo grueso y espera a que se caliente. Mientras tanto, unta de aceite de oliva el exterior de la carne. Cuando la sartén alcance una temperatura elevada, echa el solomillo de ternera y deja que se haga tres minutos por cada lado para obtener un exterior tostado y un corazón jugoso y poco hecho. Retira la carne del fuego cuando esté lista.
Presentación:
Sirve tu solomillo con salsa de setas y alcaparras de la siguiente manera: pon la carne recién hecha en un plato o fuente y cúbrela con la salsa de setas caliente. Decora con las setas enteras que habías reservado previamente, las alcaparras, unas lascas de queso parmesano y un poco de cebollino. Puedes refrescar este suculento plato con una guarnición de rúcula bien aliñada.
Sugerencia:
Adorna este solomillo con salsa de setas y alcaparras con las escamas de parmigiano reggiano de la línea Delicious de DIA. Prácticas y riquísimas.
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