Una salsa sencilla y rápida de preparar ideal para acompañar tus platos de carne, especialmente carnes a la brasa o filetes a la plancha. Claro, que también puedes utilizar esta salsa con pastas y otras recetas. ¡No te la pierdas!
Paso 1:
Machaca en un mortero las pimientas de manera que queden algunos trocitos, es decir, queremos los granos rotos, pero no molidos. Aparte, pica muy fina la cebolla
Paso 2:
Saltea en una sartén o cazo la cebolla picada con la mantequilla. Debes hacerlo a fuego suave para evitar que se quema la mantequilla.
Paso 3:
Cuando la cebolla esté tierna, pasados unos 6 u 8 minutos, añade el vino blanco y sube el fuego. Deja que vaya cociendo hasta que prácticamente se haya evaporado todo el líquido.
Paso 4:
Añade el caldo y la nata, corrige el punto de sal y deja reducir hasta obtener la textura deseada… que deberá ser una salsa espesa.