Rugelach de frambuesa

El rugelach de frambuesa es un pequeño bollo de masa relleno de mermelada, pero con la característica de que este tiene la forma de un croissant en el que a lo largo de todos los pliegues de la masa contiene relleno. Es un dulce maravilloso, de esos que empiezas a comer y no puedes parar. Os lo recomiendo, porque además de fácil de hacer esta delicioso.

Lo primero que se hace es que en un cuenco se echa la mantequilla junto con el queso crema y el azúcar y se bate hasta que se cree una masa compacta y homogénea.
Poco a poco se tiene que ir agregando la harina y se sigue mezclando sin parar hasta que nos quede una masa firme.
Cuando se tenga la masa lista, se coloca extendida sobre una bandeja de horno previamente enharinada, se tapa y se lleva a la nevera durante unos 30 minutos.
Cuando haya pasado este tiempo retiramos la masa de la nevera y se coloca sobre una superficie plana. Estiramos la masa con ayuda de un rodillo y, la dejamos lo más fina posible.
Ahora sobre la masa vamos a extender una buena cantidad de mermelada, dejando los bordes libres. Repartimos las nueces picadas sobre la mermelada y, a continuación, las pasas. Se espolvorea con un poco de azúcar y canela en polvo.
Ahora con ayuda de un cortapizza, se corta en tres trozos la masa y, con mucho cuidado hay que ir enrollando la masa sobre si misma hasta que se consiga cerrarla.
Cuando los tengamos hechos se pintan los rollos de masa con la mantequilla derretida y los espolvoreamos, de nuevo, con el azúcar y un poco de canela en polvo.
Lo siguiente que tenemos que hacer es cortar los rollos en trozos más bien pequeños y se colocan sobre una placa apta para el horno.
Los llevamos a hornear durante unos 25 minutos a una temperatura de 180º. Dejamos enfriar los rugelach de frambuesa por completo antes de consumir.