Ratatouille

Este ratatouille es perfecto para dárselo a los niños cuando no quieres comer verdura. Lo más curioso de todo es que lo que les motiva es el nombre del plato, o por lo menos a los míos. Se suelen dejar media ración en el plato pero, con que coman un poco, ya estoy contenta.
Preparamos una sartén con aceite en el fuego y, cuando esté listo, echamos la cebolla, los ajitos, los pimientos y los tomates, muy picadito todo. Los removemos bien para que se empapen de aceite y los dejamos dorarse. Cuando ya están listos, añadimos la berenjena y el calabacín, también en trocitos y sin pelar. Lo mezclamos bien con el resto de ingredientes hasta que esté todo hecho. Lo salamos a nuestro gusto y echamos el comino junto con las 2 cucharadas de puré de tomate, y lo revolvemos de nuevo.
Cuando ya va tomando consistencia el ratatouille, echamos el beicon, cortado como queramos, y le damos las últimas vueltas.
Para servirlo, lo repartimos en cazuelas y espolvoreamos queso mozzarella por encima. Lo gratinamos en el horno y listo.