Para hacer el auténtico queque de frutos secos no tienes más que poner un poco de buena música, un vasito de tu refresco favorito y un buen delantal.
Empezamos maceando las pasas con ron y coñac durante un par de horas. Mezclamos las yemas con la leche y la miel, y lo dejamos reservado también.
Un par de horas después, ponemos un bol grande y echamos la harina y la mantequilla derretida, y las mezclamos con las manos. Añadimos el azúcar, las pasas, las especias, los frutos secos y las frutas picadas, y lo mezclamos bien. Si hace falta, nos volvemos a servir de las manos para hacer la mezcla, pero es importante que queden bien entremezclados los frutos y las frutillas. Echamos la preparación de yemas, leche y miel, y añadimos el coñac y el ron. Volvemos a remover todo bien con ayuda de una cuchara de madera, deben integrarse bien los ingredientes para potencia el sabor.
Por último, Cogemos el molde que queramos utilizar y lo untamos con mantequilla (papel para hornear es más sano). Vertemos la mezcla en el molde y lo tapamos con un paño mojado y enharinado. Lo cocemos al baño maría durante 7 horas a fuego medio y vamos vigilando que el agua siempre tenga la altura necesaria.
Un poco laborioso pero exquisito.