El puré de pimientos rojos es perfecto para usarlo desde como confitura acompañando un buen queso para hacer un aperitivo improvisado o tentempié, o para el preparado de cualquier guiso. Hazlo y tenlo siempre en la nevera ya que es muy útil y está realmente rico.
Se sacan las semillas y los restos de la piel de los pimientos del piquillo y se pican bien. Hacemos lo mismo con los pimientos morrones.
Se pone una cazuela al fuego con un poco de aceite y se sofríen tantos los pimientos del piquillos como los morrones.
Se añade el azúcar y la cascara de la naranja hasta que veas que hierva, removiendo a menudo con una cuchara de madera. Se baja el fuego al mínimo, y se sigue moviendo mientras hierve durante unos 2 minutos.
En el procesador de alimentos se muele hasta que se forme un puré. Se vuelve a verter en la cazuela y se pone de nuevo al fuego. Se calienta hasta que vuelva a hervir.
Se separa del fuego y lo dejas refrescar un poco antes de echarlo en un bote de cristal.
Se guarda en la nevera hasta el momento de usar. Aguanta unas dos semanas.