Puré de espinacas con frutos secos y manzana

Ya lo decía Popeye…las espinacas son de los mejor que hay. Y esta receta es un plato completo, original y sabroso a la vez que sencillo. Puede ser ideal para una cena o como plato entrante. Si tienes invitados, pon mimo en la presentación y les encantará.

Paso 1:

Si alguna vez has trabajado con espinacas congeladas puede que hayas tenido algún problema con todo el jugo que sueltan. Para evitar que todo ese líquido llegue a nuestro guiso, lo ideal es descongelar las espinacas encima de un colador durante toda la noche en la nevera. Y coloca el colador encima de un bol ya que soltarán bastante agua. 

Paso 2:

Con tus espinacas ‘secas’ y listas todo será mucho más fácil. Solo tienes que picar la cebolla y el ajo en trocitos muy pequeños. Pon un chorrito de aceite en una olla amplia y cuando esté bien caliente incorpora la cebolla y el ajo para rehogarlo a fuego medio hasta que hayan cogido un poquito de color. Entonces añade la espinaca y remueve bien durante cinco minutos.

Paso 3:

Incorpora entonces el caldo de pollo y la nata con una pizca de sal. Remueve y echa además la manzana pelada y cortada de trocitos del tamaño de un dado. Entonces, a fuego lento deja cocer durante unos 15 minutos. Pero… ¡no te quedes de brazos cruzados!  Porque, mientras, puedes tostar los frutos secos en una sartén con una pizca de aceite un par de minutos hasta que queden doraditos. Cuando se enfríen córtalos en trocitos a tu gusto.  Prepara también el resto de manzana: pélala y córtala en pequeños daditos. Entonces resérvalo para la decoración final.

Paso 4:

Para terminar, cuando tus espinacas estén cocidas, prueba un poco (como hacen los buenos cocineros…) y corrige el punto de sal si es necesario. Tritúralo para darle la consistencia de un puré (con un robot de cocina, con una batidora… lo que tengas a mano).

Presentación:

Sirve el puré en un plato bonito (cuidado con no manchar los bordes porque entonces quedará muy antiestético…) y decora con los frutos secos que has tostado y la manzana. El toque final dáselo con un hilito de aceite de oliva para aliñar y para aportar un delicioso sabor.