Pulpo a la gallega tradicional

El pulpo a la gallega tradicional, siendo yo gallega, lo llevo comiendo toda la vida y me sigue encantando tanto como la primera vez. Aunque ahora que vivo por el centro, ya no encuentro la misma calidad de pulpo fresco, pero hay que adaptarse a todo.
Lo primero que hay que hace es preparar bien el pulpo. Hay que mazarlo para que ablande su carne. Después hay que limpiar muy bien cada uno de sus tentáculos y se vaciar las vísceras, los ojos y la boca. A la hora de meterlo en la olla con el agua para cocerlo, hay que cogerlo de la cabeza y meterlo y sacarlo varias veces para asustarlo. Cuando los tentáculos queden ondulados, se echa el pulpo definitivamente a la olla y se deja cociendo durante unos 20 minutos o media hora.
Mientras, en otra olla con agua y sal, se van cociendo las patatas con piel.
Una vez que el pulpo esté tierno, se retira la olla del fuego y se deja reposar en el mismo agua durante unos 20 o 30 minutos más. Cuando las patatas estén tiernas, se sacan del agua, se pelan y se cortan dejándolas en un plato grande colocadas para que se enfríen.
Se escurre el pulpo, se corta con tijeras en trozos y se coloca sobre las patatas con un chorro de aceite de oliva, la sal gorda y el pimentón.
Un poquito de pan y listo para comer este pulpo a la gallega.