Pollo con salsa de vino blanco

Este pollo con salsa de vino blanco suena delicioso, y es que es así como sabe. Esta receta se ha hecho toda la vida en mi casa, pasando de generación en generación, asique espero que te animes a hacerla para comprobar lo buena que está.

En primer lugar colocamos aceite en una cazuela y lo dejamos calentar mientras salpimentamos y pasamos por harina el pollo. Una vez listo el aceite, doramos el pollo por todos lados y lo reservamos.
En esa misma cazuela donde se ha hecho el pollo, con el aceite sobrante echamos el ajo junto con la cebolla, ambos muy picaditos finamente, y lo doramos. Cuando el ajo y la cebolla ya han cogido color, añadimos el pollo a la olla junto con un poco de sal, pimienta molida y el vino blanco. En caso de que lo viésemos necesario, echaríamos un poco de agua hasta que todo estuviese bien cubierto.
Dejamos guisarse el pollo con la salsa de vino blanco a fuego lento hasta que esté tierno y la salsa haya espesado un poco, aunque os advierto que no ha de quedar muy espesa. Antes de servirlo, lo probamos de sal, no sea que tengamos que rectificar de ella.

Llevamos el pollo con salsa de vino blanco a la mesa acompañado con un montón de pan, ya que la salsa esta tan rica que nadie va a ser capaz de resistirse a untarla.