Pollo con mole
El pollo con mole es un plato que merece ser compartido con amigos porque tiene un sabor muy especial y, además, lleva su trabajo, por lo que se agradece más. Es una versión del típico plato mexicano, pero un poco españolizado para que sea más sencilla su elaboración.
En primer lugar ponemos a cocer el pollo en agua con sal, y si nos apetece con algunas verduras como una zanahoria y un puerro. Lo dejamos al fuego hasta que el pollo se haga.
Ahora en un recipiente pequeño, caliente a fuego bajo el aceite, y cuando esté, pochamos el ajo y la cebolla previamente picada de forma fina para que se haga antes.
Añadimos a continuación el pan, las pasas, las almendras, las hojuelas de cayena, el anís, el clavo, la canela, las pimientas, el chocolate y el tomate. Lo freímos todo muy bien, agregamos los pimientos picados junto con las ñoras y lo continuamos cocinando unos segundos más.
Echamos el sofrito de la sartén a un vaso de batidora y lo trituramos bien. Echamos un poco del caldo donde se ha cocido el pollo hasta obtener una pasta tersa. Posteriormente lo colamos y reservamos.
En una cazuela, tradicionalmente se hace en una de barro, calentamos un poco de aceite. Cuando lo esté, echamos la salsa y dejamos hervir el mole durante unos cinco minutos moviendo constantemente para evitar que se pegue al fondo a las paredes del recipiente. Sazonamos con un poco de sal y azúcar. Si es necesario, añadimos más caldo. Debe quedar una salsa espesa.
Lo dejamos al fuego hirviendo durante unos 25 a 30 minutos a fuego lento sin dejar de mover. Pasado ese tiempo tenemos que añadir los trozos de pollo y lo cocinaremos de 5 a 10 minutos más antes de servir.
En México se suelen usar los chiles anchos, los pasilla y los mulatos para hacer este mole, pero como aquí posiblemente sea difícil encontrarlos, lo he sustituido por productos que sí encontraremos en cualquier tienda de alimentación.
