El secreto está en el adobo. Un plato de lo más tradicional, para una receta sencilla y que será todo un éxito durante una barbacoa o comida al aire libre.
Paso 1:
Corta las pechugas en trozos grandes de unos 50 o 60 gramos cada uno y ponles sal.
Paso 2:
Mezcla las especias (cúrcuma, comino, pimienta negra, pimentón dulce ajo seco y tomillo) con un chorrito de aceite en un bol hasta obtener una pasta untuosa. Añade la sal, y vuelve a mezclar. Mete los trozos de pollo en el bol de la pasta de aceite y especias y mezcla bien para que queden bien pringados y aliñados todos los trozos de pollo.
Paso 3:
Una vez que el pollo ha marinado bien (si puedes dejarlo 30 minutos reposar en el aliño, mejor que mejor), pínchalo en los palitos de brocheta.
Paso 4:
Pon un chorrito de aceite sobre una sartén o plancha amplias y extiéndelo bien por toda su superficie con la ayuda de los dedos.
Acércalo al fuego bien fuerte, y cuando esté bien caliente, bajar el fuego a media potencia y dorar el pollo por los cuatro lados. Es importante que el pollo esté bien cocinado por dentro. Compruébalo haciendo una pequeña incisión con un cuchillo antes de retirar las brochetas.
Presentación:
Presenta en una fuente tus brochetas y sirve junto a un vasito o cuenco pequeño con miel, para mojar las brochetas.