Un aperitivo perfecto, por su sencillez y por lo ricos que están. Si tienes visita, puedes prepararlos antes y no tendrás que estar metido en la cocina cuando lleguen los invitados. Y aún hay más ventajas: si has hecho pollo asado y te ha sobrado algo, esta es la receta ideal para aprovechar restos y darles una segunda vida en una receta tan sencilla como rica.
Paso 1:
Mezcla en un bol el queso crema, las nueces picadas y el perejil (que puede ser fresco bien picadito, o seco en su defecto). Añade el pollo cortado en trocitos muy finitos o desmenuzado. Lo ideal es que sea pollo asado (puedes aprovechar alguna sobra, aunque también puedes salir del paso con una pechuga a la plancha). Mezcla todo bien con una espátula o cuchara.
Paso 2:
Echa un pizca de sal y pimienta negra molida y comprueba el punto de salado, rectificando si es necesario.. Mejor echar poquito a poquito que pasarse demasiado… Cuando lo tengas, rellana los pimientos de piquillo enteros con mucho cuidado con una cuchara pequeña, por ejemplo. Si los acabas de sacar del bote y tienen mucho jugo puedes retirar el exceso de líquido con un poco de papel absorbente.
Paso 3:
Lo ideal es que reserves los pimientos en el frigorífico al menos 2 horas antes de llevarlos a la mesa, porque la masa se volverá un poco más compacta, cogerán más cuerpo y será más fácil comerlos.
Presentación:
Presenta tus pimientos en una bandeja o plato bonito, bien colocaditos, y decora con una cucharada de reducción de vinagre balsámico o de Jerez.Puedes poner una pequeña cantidad sobre el plato y expandirla con una cuchara, o poner gotitas alrededor.
Truco:
Si antes de ponerte manos a la obra, sacas el queso cremoso de la nevera un rato antes, te será más fácil preparar la mezcla. Puedes hacerlo con queso para untar normal – o en la versión light – si buscas algo más ligero. Y para la reducción de vinagre, prueba la de marca DIA que podrás tener siempre a mano. Encontrarás mil oportunidades para usarla.