Pechugas a la pimienta y al curry...

El pollo es una de las carnes que más me gusta y que más consumo. Dentro del pollo, la parte que más me gusta y que siempre me he pedido en casa, es la pechuga. Me encanta porque no contiene grasa, ni huesos, ni ternilla o venillas, etc., a mi modo de ver, es la parte más limpia. Hoy os voy a decir cómo preparar unas ricas pechugas a la pimienta y al curry. ¡Deliciosas!

Aunque algún paso pueda resultar superfluo, la cuento tal cual me salió la receta.
Primero vamos a poner a macerar media hora las pechugas con limón, un poco de aceite de oliva, pimienta molida (con molinillo) y sal.
Después en un sartén con un poco de aceite vamos a echar unos ajos unos instantes para que el aceite tome un poco de sabor. A continuación tenemos que echar las pechugas y las doraremos. Hasta aquí es mi receta de pechugas que muchas noches los chicos cenan. Pero, en un mortero (como no tenía cogí un pequeño cuenco) eché una cucharada de granos de pimienta (de buena calidad), los aplasté, algunos granos quedaron enteros. Como no tenía nata, agregué en el mismo cuenco una cucharada de leche condensada y medio vaso de leche entera, además le agregué un poco de mantequilla e intente disolver un poco con una cuchara esa extraña mezcla.
Cuando las pechugas estaban doradas les añadí la mezcla anterior en la misma sartén y las puse a fuego fuerte, bañé un ratito las pechugas intentando que se redujera "la salsa", así las cosas olí y vi que le faltaba "aroma", así que ni corto ni perezoso, espolvoree un poco de curry por encima, removí un poco y serví estas pechugas a la pimienta y al curry.
¡Buen provecho!

CONSEJOS:
-Si no hubiera sido un plato que los chicos iban a comer, le hubiera añadido un poco de coñac (brandy).