pastel navideño

El pastel navideño es el dulce perfecto para las fechas que se acercan. En casa no lo comemos como postre, sino como dulce para acompañar una buena taza de café o un rico ponche de huevo. El bizcocho es suave y esponjoso y resulta una maravilla el encontrarse con los frutos secos. Muy rico.

En primer lugar para hacer este pastel navideño, lo que hacemos es lavar, secar y cortar los higos y los dátiles y ponerlos a macerar junto con las pasas y el coñac en un cuenco durante unas horas para que se rehidraten.
Por otro lado en un cuenco aparte, ponemos la mantequilla ablandada y el azúcar y batimos hasta obtener una mezcla espumosa y uniforme.
Vamos añadiendo los huevos de uno en uno para facilitar su incorporación a la masa, batiendo hasta obtener una mezcla espumosa. Agregamos la harina tamizada previamente junto con la levadura y mezclamos todo bien hasta obtener una masa homogénea y uniforme.
En ese momento incorporamos las frutas y el coñac de la maceración y, los piñones y almendras enteras. Mezclamos bien para que las frutas se integren perfectamente con la masa.
Vertemos la masa en un molde de la forma que queramos al que previamente hemos untado de mantequilla y espolvoreado un poco de harina para que no se pegue el pastel, o sino forrado con papel parafinado.
Introducimos el molde en el horno a una temperatura de 170º durante unos 50 ó 60 minutos, o bien hasta que el bizcocho esté en su punto.
En el momento en el que el pastel navideño esté hecho, lo retiramos del horno, desmoldamos y dejamos enfriar completamente antes de servir. Lo cubrimos con una buena cantidad de azúcar glas para que dé la sensación de que está nevado y listo.

Os aconsejo que en el caso de que lo vayan a tomar niños, cambiemos el coñac por un licor sin alcohol o simplemente por agua.