Pastel de cuajada

Tengo niños pequeños, y siempre que preparo un postre lo hago pensando en ellos, en que su sabor sea delicioso, pero a la vez no demasiado fuerte para que lo rechacen. Uno de esos postres que les hago y que les vuelve loco es este pastel de cuajada, que además de su sabor, una de sus principales ventajas es que es muy fácil y rápido de hacer. Espero que lo hagáis porque esta delicioso.

En primer lugar ponemos en una cazuela tres cuartos de litro de leche a hervir junto con la nata. El resto de ingredientes los colocamos en un bol y los trituramos.
En el momento en que veamos que la leche este hirviendo, la retiramos del fuego y le añadimos los ingredientes que antes habíamos triturado.
Hecho esto ahora lo ponemos todo al fuego a baja temperatura sin dejar de remover para que no se nos pegue.
En cuanto empiece a cuajar, lo retiramos, dejamos unos segundos que repose tras los cuales lo llevamos al fuego de nuevo.
Mientras, cogemos unos moldes individuales sobre los que vamos a verter unas cucharadas de azúcar caramelizado. Cuando lo que tenemos en el fuego este más espeso, lo separamos y vertemos en los moldes.
Ponemos sobre la crema una capa doble con las galletas.
Ya por último, dejamos que se enfríe en el frigorífico hasta que cuaje completamente. A la hora de servir el pastel de cuajada, lo desmoldamos sobre un plato y ya estaría listo para servir.
El pastel de cuajada como habéis visto es muy sencillo pero realmente rico.