Estos paquetitos hojaldrados con jamón y queso están muy ricos a cualquier hora del día. Muchas veces los hago y se los doy a mis hijos como merienda, o incluso como aperitivo si tengo invitados. Son muy fáciles de hacer y el resultado merece la pena.
La masa de hojaldre la extenderemos y luego la vamos a pintar con huevo batido. Sobre las láminas de hojaldre extendemos unas rodajas de jamón york o de pechuga de pavo y unas lonchas de queso encima de estas.
Ahora envolvemos la masa sobre sí misma cerrando bien los paquetitos para que no se salga el relleno. Los pintamos con un huevo batido y espolvoreamos por encima unas semillas de sésamo. Metemos los paquetitos en el horno a temperatura media, y cuando veamos que están dorados los sacamos del horno.
Puedes comerlos ya sean fríos o calientes, siempre están buenos, pero si están un poco templados y el queso está fundido, es algo delicioso.
Os aconsejo que pinchéis un poco la masa de hojaldre para que no suba demasiado.