Un postre sencillo en su elaboración, cremoso y delicioso, además de sorprendente: descubre la combinación de sabores de una panna cotta de coco y cola y a tus comensales… ¡no los dejarás indiferentes! Hoy, renovamos unos de los postres italianos más famosos.
Paso 1:
Lo primero que tienes que hacer es hidratar la gelatina en un bol con agua muy fría, incluso con hielo. Así estará lista en unos 10 minutos.
Paso 2:
Pon la leche de coco y la nata en un cazo y caliéntalas junto al azúcar). Retira el cazo del fuego e incorpora la gelatina. Remueve hasta que quede la mezcla bien disuelta.
Paso 3:
Pon la mezcla en vasitos individuales (los que te quedarán más elegantes son los recipientes pequeñitos tipo coctel, sean de plástico o de cristal). Mete este rico postre en la nevera un mínimo de 4 horas. El objetivo es que cuaje bien la mezcla y quede consistente para los pasos que viene ahora.
Paso 4:
Para elaborar la mezcla de cola, agrega en otro cazo el agua y el azúcar. Mantén hirviendo entre dos y tres minutos, retira del fuego y espera a que deje de hacer burbujas, entonces agrega el refresco de cola y remueve bien. Mete en el congelador un mínimo de cuatro horas hasta que se haya gelificado.
Paso 5:
Cuando ya haya pasado ese tiempo y la mezcla de cola se haya hecho hielo, pícala con un robot de cocina para conseguir un granizado perfecto. Por último, pela los kiwis y corta en pequeños cubos. Marina los kiwis con un poco de refresco de cola y el zumo del limón. Reserva en la nevera si nos vas a usarlo en este momento.
Presentación:
Presenta panna cotta de coco y cola colocando sobre el vaso un poco de kiwi marinado y granizado de cola. ¡Verás cómo sorprenderá!
Sugerencia:
Ya has descubierto que el refresco de cola no es solo para beber, también puede ser un gran aliado en cocina y en recetas muy originales. En todo caso, si lo que quieres es refrescarte prueba el refresco de cola marca DIA por su sabor y calidad. Si quieres una opción más ligera, también lo puedes encontrar en versión light.
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