Desde hace unos años suele ser muy habitual que en mi cocina siempre haya un pan dulce de frutas secas, ya que es un dulce muy fácil de hacer y que se come estupendamente a la hora del desayuno o de la merienda.
En primer lugar vamos a colocar en un cuenco los higos, las cerezas y las pasas. Echamos el vermut, cubrimos el cuenco con papel adherente y dejamos que se macere todo durante dos o tres días en la nevera.
Para realizar el fermento previo, tenemos que incorporar en un cuenco la levadura desgranada, la leche tibia, el azúcar y los 100 g de harina. Lo mezclamos muy bien para después cubrirlo con papel adherente y dejar que espume de 10 a 15 minutos a temperatura ambiente.
Ahora ya nos ponemos a hacer la masa. En un cuenco vamos a colocar la harina junto con la sal y el azúcar. Realizamos en el centro un hueco y colocamos los huevos. Echamos la ralladura de limón, la esencia de pan dulce, la esencia de vainilla y el extracto de malta. Mezclamos los ingredientes del centro.
Agregamos ahora el fermento y la mantequilla a punto pomada, mezclamos bien para unirlo y que sea una mezcla uniforme.
A continuación añadimos leche tibia y continuamos amasando hasta lograr una masa homogénea. Hacemos con ello un bollo y lo dejamos descansar a temperatura ambiente y cubierto con un paño limpio.
Cuando veamos que ha duplicado el volumen, ponemos la masa sobre la superficie en la que vayamos a trabajar, espolvoreada con harina y desgasificamos el bollo.
Ahora es el momento en el que colocamos las frutas secas junto con las frutas maceradas escurridas e integramos lo mejor que podamos en la masa. Cortamos la masa en varios trozos y volvemos a unir para evitar romper el gluten.
Colocamos la masa dentro de un molde para pan dulce untado con un poco de mantequilla. Lo llenaremos hasta las ¾ parte y dejamos leudar hasta que duplique su volumen de nuevo.
Pintamos con huevo la superficie y realizamos un corte en forma de cruz.
Por ultimo ya solo nos queda llevarlo a cocinar en el horno calentado a una temperatura de 160° C durante unas 2 horas.
Solo tenemos que tener paciencia y esperar ese tiempo para poder disfrutar de este fantástico pan dulce de frutas secas.