Un pan dulce que me encanta, es el pan de naranja. Para aquellos que lo desconozcan o no sepan el aspecto que puede tener, os diré que es una especie de pan de leche. Es un dulce que siempre se ha elaborado en casa y es ligero pero con mucho sabor. Está hecho con una base de huevos, levadura, leche, mantequilla y azúcar. La corteza suele estar dorara, mientras que la miga es de un color amarillo muy claro. Este pan, lo podemos ver con múltiples formas. Es común agregarle pasas o trocitos de chocolate, u otros dulces o frutos secos, al pan, pero yo lo prefiero sin nada.
En primer lugar, vamos a preparar la yema de la clara de un huevo. Después, vamos a batir la yema con el azúcar hasta que tome consistencia cremosa. Reservaremos la clara.
A continuación, hay que agregar la esencia de vainilla y la levadura de cerveza previamente diluida en la leche tibia. Incorporaremos también la manteca blanda, el zumo y la ralladura de naranja. Mezclaremos.
Seguidamente, vamos a añadir la harina de a poco y mezclaremos todos los ingredientes hasta que se integren.
Batiremos la clara reservada a punto nieve y vamos a añadirla a la preparación. Mezclaremos despacio y suavemente hasta formar un bollo que se debe amasar durante unos minutos.
Ahora, vamos a dejar leudar el bollo de masa tapado en lugar tibio hasta duplicar su volumen.
Colocaremos la masa en una budinera, que previamente habremos enmantecado y enharinad, y hay que dejarla leudar nuevamente tapada hasta que duplique su volumen ( unos 20 minutos más aproximadamente).
Finalmente, hay que pincelar el budín con un huevo batido y hornear el pan de naranja a temperatura moderada entre 25 y 30 minutos.
Una vez retirado del horno y vamos a desmoldar el budín pincelarlo con dulce de naranja o miel y cubrirlo con frutas deshidratadas.
¡Listo el pan de naranja!
¡Que aproveche!