Paso 1
Comienza mezclando las dos harinas con la sal en un bol grande. Haz un agujero en el centro.
Paso 2
En la leche, y diluye la miel y la levadura.
Paso 3
Vierte en el agujero la leche con la miel. Con la espátula, ver recogiendo la harina y haciéndola caer en el agujero, añadiendo más leche o agua si fuera necesario porque la mezcla se queda seca.
Paso 4
Coloca la masa en la mesa y amasarenérgicamente, estirando y recogiendo durante unos 7-8 minutos o hasta que la masa se separe de las manos y de la mesa, y agregando un poco más de harina de fuerza, no integral, por si hiciera falta. Amasar entonces con la mantequilla hasta que se integre totalmente, y continuar todavía unos minutos.
Paso 5
Deja la masa en forma de bola en el bol espolvoreado de harina y tapa con un paño. Deja reposar en lugar templado y lejos de las corrientes de aire hasta que suba la masa al doble, lo que ocurrirá en unos 30 minutos, dependiendo siempre de la temperatura ambiente y el grado de humedad.
Paso 5
Mientras, prepara un molde de pan de molde o tarta de 1,5 litros de capacidad, engrasando fondo y paredes con mantequilla.
Paso 6
Enciende el horno a 180 ºC.
Paso 7
Rompe la masa ya levada al doble y amásala otra vez con energía durante otros 8-10 minutos, estirándola y recogiéndola. Forma un rulo de la longitud del molde e introdúcelo en el mismo. Cubre con un paño y deja levar otra vez al doble otros 30 minutos más o menos.
Paso 8
Introduce el molde en el horno y cuece durante 35-40 minutos o hasta que esté bien subido y dorado. Retirar del horno y dejar reposar en el molde unos 10 minutos antes de desmoldar. Dejar templar y enfriar sobre una rejilla de metal.
Disfrutar